Cuándo
vas a diseñar la imagen corporativa de tu negocio?
¿Qué factor hace que unas empresas tengan
éxito y otras se queden a medio camino, pese a ofrecer a los clientes los
mismos productos? Muchos factores pueden venirnos a la cabeza: la calidad del
producto no es tan buena, la atención al cliente y servicio post-venta, la
facilidad de pago… o, quizá, hayan descuidado la necesidad de atender
la imagen corporativa de la empresa. La importancia del diseño de la imagen corporativa se hace indispensable en un entorno altamente
competitivo, donde la creación de empresas se da a un ritmo vertiginoso y donde
los consumidores son, más que nunca, auténticos profesionales, donde la
comparativa, la investigación y la perfección son el pilar sobre el que gira
todo.
¿Por qué es tan
importante la imagen corporativa?
La imagen
corporativa no es más que el reflejo de cómo es una compañía, de su
personalidad, refleja toda una serie de valores y emociones con los que el
cliente se siente identificado. Hoy en día las compañías no apuestan únicamente
por vender un producto y cuanto más mejor. Van mucho más allá, ofreciendo a los
consumidores auténticas experiencias, difíciles de olvidar, logrando así el
boca a boca, el hacerse imprescindibles y, sobretodo, marcas cuyo consumo sea
un orgullo.
Una imagen corporativa trabajada ayuda a la fidelización
de los usuarios, así como al incremento de la popularidad de la marca.
Detallamos
a continuación algunas cuestiones por las que es importante la imagen
corporativa:
Identificación con la marca.
A través de la imagen corporativa,
conseguimos que nuestros clientes o nuestro público objetivo se sienta identificado con los valores y filosofía de nuestra
compañía. Además, el porcentaje de fidelización incrementa sobremanera, puesto
que la marca está al tanto en todo momento de cuáles son las necesidades y
expectativas de su público objetivo.
Identificación de productos y servicios.
Otra de las cuestiones por las que
es importante la imagen corporativa es porque dota de
coherencia visual a la marca, es decir, hay una homogeneidad y una relación
entre todos y cada uno de sus elementos, a nivel gráfico como de comportamiento
y comunicación. Por tanto, los productos y servicios de la compañía son
fácilmente identificables. Piensa, por ejemplo, en los productos de Apple. Al
margen de llevar el logo, son productos que identificamos con un simple vistazo.
Valor percibido.
La imagen corporativa, además,
incrementa el valor de los productos o servicios ofrecidos por la marca. Una
empresa preocupada por su imagen, es una empresa detallista, que cuida los
detalles y, por tanto, una empresa confiable y que se preocupa por el usuario.
Vínculo emocional.
Como comentábamos, la imagen
corporativa trata de emociones y experiencias. Las empresas buscan
conectar emocionalmente con sus usuarios. Los anuncios de Coca-Cola son uno de
los mejores ejemplos.
Marca fuerte.
La importancia de la imagen
corporativa también se debe a ayuda a que una empresa se fortalezca y
de seguridad y confianza al usuario. Además, la imagen corporativa da una gran
sensación de profesionalidad, que al final es lo que todos buscamos en los productos
que adquirimos. Lo importante es generar un orgullo de pertenencia a una marca
con unos valores y objetivos muy marcados y destacables.
Es importante que tengamos en cuenta
la importancia de la imagen corporativa cuando vayamos crear una empresa, ya que esta será determinante para el devenir del
nuevo negocio. La imagen que tienen los consumidores sobre las empresas es uno
de los factores que más influyen en la decisión de compra de los consumidores.
De esta forma, es difícil que alguien tus compras si posee una imagen negativa
de ti. Por ello, hay que construir la imagen de marca poco a poco,
para que nuestros clientes tengan buenas opiniones sobre nuestros productos y
marcas.
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